Sevilla.- La historia de Francisco Moreno Lucena empieza el 11 de junio de 2006. Unos ladrones (un menor y un adulto, explica) entraron en el garaje de su casa y le robaron el ciclomotor que había comprado no hacía aún ni un año. Se la llevaron con el pitón, el casco...
El 4 de septiembre de ese mismo año, a las 21.45 h, la Policía detuvo a los ladrones. «La moto estaba destrozada. Necesita arreglos por 1.050 euros y costó 1.200», dice.
Lo «surrealista» comenzó siete meses después. La Jefatura de Tráfico le remitió una multa por circular sin seguro obligatorio el 4 de septiembre de 2006 a las 19.45 h (dos horas antes de que la Policía recuperara su moto), por valor de 1.010 euros.
Como no se lo creía, presentó un recurso de alzada en Tráfico. No le contestó y aún no lo ha hecho. El tiempo siguió pasando y en septiembre de este año la Agencia Tributaria le informa por carta de que paga la multa (con un recargo de 202 euros) o «se procederá al embargo de sus bienes».
Francisco está asustado: «Me pueden embargar la nómina, cuando no soy el responsable de esa multa». Por eso, ha vuelto a reclamar a principios de este mes a la Jefatura de Tráfico.
«Estoy quedando como moroso»
El día del robo Francisco dio por perdida para siempre su moto y ahora piensa que lo mejor es que «no hubiera aparecido». Toda esta situación le ha conllevado pérdida de días de trabajo, estrés y preocupaciones, puesto que «estoy quedando como un moroso ante Hacienda».
Fuente: 20 Minutos
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