Alberto Masegosa
JERUSALÉN (EFE).- El Gobierno de Israel ha dado una vuelta de tuerca a sus relaciones con el Vaticano al advertir hoy uno de sus ministros que es “inaceptable” la beatificación del Papa Pío XII, a quien los judíos acusan de pasividad durante el Holocausto.
La declaración se suma a las críticas de grupos judíos en el mismo sentido pero de las que hasta ahora se había abstenido el Ejecutivo israelí, y se produce tras anunciarse que el Papa Benedicto XVI abrirá una “reflexión” sobre la conveniencia de elevar a Pio XII a los altares.
“El intento de convertir a Pío XII en un santo es inaceptable”, declaró al diario “Haaretz” el ministro israelí para la Diáspora, Isaac Herzog.
El propio periódico destacó lo “inusual” de este genero de manifestaciones por parte de un miembro del Gobierno de Israel.
Según Herzog, “el Vaticano sabía muy bien lo que ocurría en Europa” durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), en alusión al exterminio nazi de seis millones de judíos en el curso de la contienda.
El trasfondo de la polémica son las difíciles relaciones que siempre han mantenido el pueblo judío y el Vaticano.
Después de acusarse pertinaz y respectivamente de “antisemita” y “deicida” -de forma más o menos abierta o encubierta pero durante muchos siglos-, ambas partes han proseguido con sus rencillas tras la fundación en 1948 del Estado de Israel.
Las dos partes no establecieron relaciones diplomáticas plenas hasta 1993, y desde entonces no se han puesto de acuerdo en el régimen legal y fiscal de las propiedades con que cuenta la Iglesia Católica en el Estado judío.
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