Preservemos nuestra historia, preservemos el Obelisco

Un país sin historia no puede elaborar su futuro por no tener un marco de referencia para corregir sus propios errores. Por eso no podemos enterrar nuestro pasado por malo que haya sido. Por el contrario, preservándolo podemos responder a las preguntas de los jóvenes y recordarles que lo que hoy disfrutamos se ha ganado con sangre y sacrificio. Por eso nunca he estado de acuerdo con el cambio de nombre al monumento a "La Paz de Trujillo", mucho menos que se haya querido salir del atolladero y en vez de construir un monumento en la ciudad capital en honor a nuestras grandes heroínas las Hermanas Mirabal, le hayan dado pintura al obelisco, por maravillosa que haya sido la interpretación de nuestra grandiosa Elsa Núñez, para cumplir con el reconocimiento. Creo que debemos hacer como han hecho los franceses con el arco de Napoleón, que ahí está a pesar de que éste guió a su nación a guerras que costaron millones de vidas y es hoy una gran atracción turística. Hay que recordar las atrocidades, genocidio, robo y desfalco a favor de familias particulares y de renombre hoy día y en el suyo propio. No podemos vivir de espaldas a nuestra historia ni tampoco favorecer con el olvido a tanto crímen. Creo que se le hace un pobre servicio a la Patria tapando el recuerdo de esa Era con pintura. El trujillismo vive aun en este país y le conviene el anonimato y el desconocimiento para sus mordaces movidas siempre en perjuicio de nuestra nación. Preservemos el obelisco y hagámosle un gran reconocimiento a las Hermanas Mirabal con un grandioso y nuevo monumento.


Monumento a la Paz de Trujillo