
Mi bisabuela, Fredesvinda Viloria, quien nació en 1894 y murió en el 1987, a la edad de 93 años, Dios la tenga en gloria, me comentó cierta vez que "bachata" era toda reunión o fiesta en cualquier patio o enrramada, donde se tocaba y cantaba cualquier tipo de música. O sea, la bachata no era ninguna música en particular, sino una chercha entre amigos. Decía ella que a esa música de guitarras le llamaron luego, música de bachata y que se le quedó al ritmo ese nombre.
¿Que si doña Fredé era una una eminencia en cuestiones musicales? Recuerdo que Don Fradique Lizardo, el célebre folklorista dominicano, se sentaba en la puerta de la casa de mi bisabuela a grabarla mientras cantaba y recitaba poemas de finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX. Pasaba horas muertas cantando criollas y danzones y recitando poemas. Se jactaba en decir que su familia, los Viloria eran músicos famosos en La Vega, su ciudad natal y a donde viajaba a caballo desde Santo Domingo, por el "Camino Chiquito" (el mismo que atraviesa a Arroyo Hondo), y tenía que cruzar ríos agarrada a la cola del caballo.
Todavía te recuerdo y te sigo queriendo mi viejita.