Cuando se acercaban las pasadas elecciones, a finales de marzo y principios de abril hubo un aumento exagerado de los apagones. Le comenté entonces a mi esposa que sospechaba que era la forma de los generadores, apoyados por el Gobierno, ahorrarse dinero y combustible para cuando faltaran días para las elecciones entonces darnos la luz que ya antes nos habían robado y que el pueblo olvidase que nos habían mantenido a oscuras por tres años y volvieramos a votar por ellos.
Efectivamente, faltando 10 días los apagones se redujeron a 3 horas al día donde antes eran 8 normalmente y más de 12 durante la crisis.
Esta tanda de apagones espero que no sea quitándonos la luz que nos darán en diciembre para que el Gobierno luego aparezca como el superhéroe que nos arregló las navidades.
No me gusta que me vean la cara de pendejo. Sería duro porque de hecho ya soy demasiado feo para agregar otro epíteto.
Recuerden que pueden patear un pueblo algún tiempo, pero llega el día que el pueblo se para en dos patas y les da una patada que van a parar facilmente a los Emiratos.
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