Por razones que no puede explicar, el ciudadano japonés ha estado en la terminal 1 del Aeropuerto Internacional Benito Juárez desde el 2 de septiembre, sobreviviendo con los alimentos que le regalan los restaurantes de comida rápida y durmiendo en una silla. Al principio asustó a los pasajeros y las autoridades del aeropuerto le pidieron a la embajada japonesa que investigara las razones por las que el maloliente sujeto se negaba a irse. Ahora se ha convertido en una especie de celebridad, con una cobertura casi diaria en televisión sobre su vida en el área de restaurantes. Los turistas se detienen para fotografiarse con él u obtener su autógrafo.
Este nativo de Tokio tiene una visa de turista y un billete de regreso a casa, pero nunca ha salido del aeropuerto. En una entrevista realizada el jueves, cerca del restaurante de la cadena McDonald's, dice no tener motivo alguno para estar residiendo en el aeropuerto y que no sabe cuánto tiempo vivirá en él. "No comprendo por qué estoy aquí", dijo mediante un intérprete contratado originalmente por una estación de televisión. "No tengo una razón". Ver más
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