Desde muy joven se inició como cronista deportivo, labor por la que nunca en su vida, como me lo afirmó él mismo, recibió un centavo por sus escritos.
Fué el locutor que leyó el primer anuncio de la radio dominicana, Brugal, y a seguida de este, Sal Andrews. Primero en narrar una carrera de caballos por nuestra radio, una pelea de boxeo, tuvo la idea de crear o fue el creador del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano a imágen y semejanza del puertorriqueño, creador del City Champ en el béisbol dominicano, trofeo que se entrega al ganador de la serie entre Licey y Escogido en Santo Domingo. El más honesto hombre que jamás he tenido oportunidad de conocer, honestidad que fue puesta a prueba muchas veces y que nunca sucumbió ante las tentaciones. Exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano en 1985.
En la fotografía de abajo el glorioso momento en que se narraba por primera vez una pelea de boxeo por la Radio Dominicana.
